"Factores que influyen en la contaminación de alimentos"
lunes, 24 de marzo de 2014
sábado, 22 de marzo de 2014
jueves, 20 de marzo de 2014
Informe
"Factores que influyen en la contaminación de
Alimentos"
INTRODUCCIÓN
La contaminación en los alimentos se da cuando se transfieren bacterias o microorganismos patógenos, haciendo que éstos no sean aptos para el consumo humano.
La contaminación de los alimentos a la hora de conservarlos es algo que a todos nos trae de cabeza, y es que muchos son los puntos que debemos tener en cuenta para evitar que los agentes patógenos que se encargan de contaminar los alimentos se apoderen de ellos. Por norma general existen tres puntos que debemos tener en cuenta a la hora de proteger los alimentos, y estos son la temperatura, el ph de los alimentos y el agua que éstos contienen. En el presente informe se describen cuales son los factores más comunes por los cuales se puede contaminar el agua, las bebidas y alimentos. Es importante controlarlos para evitar que se estropee la comida que queremos conservar.
DESARROLLO
La temperatura, el pH, y el agua, son algunos factores muy importantes.
La temperatura es un punto que debemos tener en cuenta a la hora de conservar los alimentos, de hecho es uno de los más importantes, pues de ella depende la proliferación de muchos de los microorganismo que poblarán los alimentos. Existen diferentes formas de detener el crecimiento de patógenos mediante la temperatura, una es por el frío, que puede ser refrigeración o congelación. La refrigeración mantiene el alimento fresco para que no crezcan microorganismos, aunque con el paso del tiempo algunos surgen. La congelación consiste en mantener a los alimentos a temperaturas tan bajas que no crean agentes patógenos. En cambio, las temperaturas elevadas también acaban con muchos patógenos, por lo que al cocinarlos muchas sustancias nocivas mueren.
Controlar el pH de los alimentos es otra manera de evitar la proliferación de organismos patógenos que nos pueden causar enfermedades. La mayoría de los agentes que contaminan los alimentos aguanta un pH de entre cinco y 8, por lo que debemos evitar que este se mantenga en estas cifras. Por ello muchos alimentos se conservan en ácidos como el vinagre, o el limón, para evitar la proliferación de sustancias que pueden hacernos mal.
El agua de los alimentos es otra manera por la que las sustancias patógenas de los mismos se reproducen y crecen, y es que conservar alimentos con grandes cantidades de agua es un problema, pues es un caldo de cultivo de bacterias y hongos. Por ello es mejor mantener los alimentos deshidratados a la hora de conservarlos, pues evitaremos que se produzca el crecimiento de estos organismos. Si es necesario que el alimento permanezca con agua, lo podemos hacer con almíbares, ya que al contener grandes cantidades de azúcares el agua disminuye. Lo mismo sucede al utilizar sal en la conservación, ya que ésta disminuye la cantidad de agua, pero hay que tener presente que también se puede alterar el sabor del alimento.
Es importante que tengamos esto en cuenta a la hora de conservar los alimentos, pues los agentes patógenos que se producen en ellos son la causa de infinidad de enfermedades y malestares digestivos que pueden traducirse en un empeoramiento de la salud general que debemos evitar a toda costa.
Hoy en día hay diversos factores que influyen en la contaminación de los alimentos, bebidas y aguas.
"Bebidas"
TIPOS. Existe diversos tipos de bebidas entre las cuales podemos encontrar las carbonatadas (refrescos y aguas minerales), alcohólicas, lácteos (yogurt, leches, leche con aditivos, leche en polvo, etc.), raspados, aguas de sabores, jugos, agua de frutas naturales, entre otros.
Los factores que afectan particularmente a las bebidas son el envasado y sellado, ya que, mediante este proceso el producto puede adquirir microorganismos o bacterias que alteren su estado si no se realiza de manera correcta. De igual manera, el estado de maduración de la fruta es un punto importante, porque hay establecimientos en los que se venden aguas naturales elaboradas con frutas que han superado el tiempo límite de maduración, estando ya en mal estado. Otros factores se retomarán al final ya los involucran otros sustratos de importancia en este documento.
"Alimentos"
Los alimentos que consumimos diariamente los podemos encontrar de las siguientes maneras; frescos (mariscos, carnes, derivados de lácteos, vegetales y frutas), enlatados y preparados. Éstos pueden llegar a ser contaminados sin que nos demos cuenta, por diversos motivos tales como la contaminación cruzada que es la transferencia de bacterias de un alimento a otro, ya sea de comida a comida, de persona a comida o de equipo o utensilios a comida. Otro motivo es que las personas que elaboran los alimentos no siempre tienen la precaución de desinfectarlos o de que el tiempo de cocción sea el adecuado exponiendo la salud de los consumidores.
"Aguas"
Los seres vivos necesitamos del agua para poder subsistir y ésta la podemos obtener de diversas fuentes algunos ejemplos son; el agua potable, agua de pozo, de lluvia, purificada y de manantial, pero a éstas no siempre se les da el proceso adecuado para que sea apropiada para el consumo humano.
Algunos de los tratamientos que el agua debe llevar son:
- ü Clorarla
- ü Hervirla
- ü Agregar soluciones de iodo
- ü Filtrarla
- ü Ser expuesta a rayos UV
- ü Agregarle iones (plata o carbono).
Un factor que interviene en la contaminación del agua, es que los consumidores no siempre tienen la responsabilidad de tener un lugar apropiado o contenedores limpios o aptos para la conservación de este recurso en sus casas.
Los factores que tienen en común las bebidas, aguas y alimentos son:
- La temperatura. Es muy importante que los alimentos y aguas se mantengan a temperaturas idóneas para su conservación y esto no quiere decir que a mayor temperatura los alimentos estarán menos contaminados, sino al contrario, ya que al exponerlos a temperaturas muy elevadas se pierden propiedades y nutrientes importantes.
- La higiene. Es primordial para evitar la contaminación, debe haber higiene en el personal, los materiales y las instalaciones donde se elaboran los productos.
- Tiempo. Es indispensable tomar en cuenta el tiempo de vida útil de los productos y no consumirlos después de este tiempo, ya que de lo contrario se pueden producir infecciones, en su mayoría, gastrointestinales, sin dejar a un lado que pueden ser de otro tipo, ya que están expuestas a contaminantes ambientales o por otro lado también la reproducción de microorganismos patógenos.
- Transporte. Al momento de transportar los productos éstos pueden ser contaminados, es por eso, que se tiene que hacer de manera aséptica.
- Procedencia. Tanto los consumidores como los que elaboran los alimentos deben tener un cuidado especial a la hora de adquirirlos.
TIPOS DE CONTAMINACIÓN EN LOS ALIMENTOS
No se puede menospreciar, el efecto de la contaminación ambiental en los alimentos ingeridos, ya que es un hecho que la gran mayoría de los contaminantes alimentarios proceden directa o indirectamente del ambiente. Pese a todo, es justo reconocer que, en la mayor parte de los casos, el ambiente es en realidad el depositario de unos contaminantes que son consecuencia directa o indirecta de la actividad humana
En el siguiente cuadro se describen las dos formas de contaminación de los alimentos a partir de algunas fuentes contaminantes.
Cuadro 1. Formas de contaminación en los alimentos
Contaminación Directa
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Contaminación Indirecta
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Arrastre por el viento de excretas, residuos, presencia de roedores, insectos y animales domésticos.
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Ingreso de microorganismos procedentes de organismos enfermos o portadores sanos.
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Ingreso de micro gotas respiratorias de los manipuladores.
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Ingreso de microorganismos del tracto digestivo de animales sacrificados o de tierras de cultivo.
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Contacto con alimentos contaminados. Malas condiciones de transporte, almacenaje y/o malas prácticas de manipulación.
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Los contaminantes de los alimentos pueden pertenecer a dos grandes grupos o categorías: bióticos y abióticos. El término biótico hace referencia a seres vivos y, en el caso de la contaminación de los alimentos, incluye sobre todo a microorganismos (bacterias y virus) y parásitos. Con el nombre de contaminantes abióticos se designa a aquellas sustancias químicas que pueden incorporarse accidentalmente en los alimentos y cuya presencia provoca normalmente efectos no deseados en el consumidor. Cabe destacar que la contaminación biótica de los alimentos es cuantitativamente mucho más importante que la abiótica, tanto desde la perspectiva de la alteración de los alimentos como de la salud de los consumidores.
Con frecuencia, la contaminación biótica (bacteriana) de los alimentos es la principal causa de problemas de salud en relación con el consumo de alimentos, muy por encima de los trastornos que puede desencadenar la presencia de contaminantes abióticos, como metales pesados, dioxinas o hidrocarburos aromáticos poli cíclicos (HAPs), por citar algunos contaminantes. Las consecuencias de una contaminación bacteriana de alimentos más comunes son la: gastroenteritis, diarreas, molestias gastrointestinales, etc. Por orden de importancia, las salmonelosis son la principal causa de problemas alimentarios, seguidas por los trastornos provocados por los estafilococos y los clostridios.
Además de estos contaminantes bióticos, existen los llamados patógenos emergentes: Campilobacteria, Yersi nía, Listeria y ciertas cepas de Escherichia coli, de importancia creciente, debido en parte a que, cuando se aplican las medidas higiénicas preventivas para evitar la presencia de los microorganismos clásicos, se favorece involuntariamente el crecimiento de los emergentes, menos competitivos que los clásicos, pero más resistentes a las medidas habituales de control del crecimiento microbiano.
El ambiente no es estéril y, por ello, constituye una fuente potencial de contaminación biótica. Que deje de ser potencial para convertirse en real depende en gran medida de los hábitos, las normas y las precauciones higiénicas que se practiquen y, por lo tanto, a la actitud o la actividad humana como factor crítico y clave para que se produzcan o no los problemas relacionados con este tipo de contaminación. Conviene asimismo no olvidar que muchos microorganismos no sólo no suponen ningún tipo de contaminación, sino que, por el contrario, pueden resultar de extrema utilidad para el ser humano en muchos niveles diferentes (Mariné & Vidal, 2000).
La contaminación abiótica de los alimentos puede ser o no de origen medioambiental, a pesar de que, como se verá posteriormente, las fronteras son difusas en algunos casos. A efectos de diferenciar los contaminantes de otros posibles componentes de los alimentos, se destacará su característica de incorporarse en ellos de forma accidental, lo cual permite diferenciarlos de tóxicos naturales vegetales y también de los aditivos alimentarios que, pese a la creencia popular, no son contaminantes, ni entrañan riesgos para el consumidor, ni afectan a las funciones del alimento. El caso de la presencia de plaguicidas organoclorados y organofosforados en alimentos vegetales y de productos con actividad farmacológica en alimentos de origen animal es un buen ejemplo para ilustrar la dificultad que supone establecer fronteras demasiado estrictas. Así, es lógico pensar que si se hallan restos de estos productos en los alimentos es porque realmente se han incorporado a ellos previamente, en alguna etapa de su obtención. En este sentido, dado que ha habido una adición voluntaria, no podrían considerarse contaminantes sino residuos.
No obstante, si los productos autorizados presentan un nivel superior al de los límites establecidos, sí deben considerarse contaminantes. También se consideran contaminantes las sustancias no autorizadas. Más difícil es el delimitar una frontera definida en el caso de las sustancias que, en determinadas dosis pueden considerarse normales en los alimentos y que, por el contrario, cuando su nivel sobrepasa un cierto límite, deben considerarse contaminantes.
Otro ejemplo de frontera dudosa son aquellas sustancias que pueden aparecer en el alimento como consecuencia de un resultado tecnológico o culinario ¿Cómo han de calificarse los hidrocarburos aromáticos que se forman en el ahumado o las nitrosaminas que pueden formarse a partir de la combinación de nitritos y de aminas alimentarias? ¿Son o no son contaminantes? Está claro que ambas son sustancias indeseables, porque carecen de efectos positivos conocidos y poseen un efecto potencial cancerígeno o procancerígeno. De modo similar, la frontera entre biótico y abiótico no siempre es nítida.
Cuadro 2. Algunas diferencias entre los contaminantes bióticos y abióticos en los alimentos
Contaminantes bióticos
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Contaminantes abióticos
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Pueden provocar trastornos de tipo agudo: los síntomas aparecen al cabo de poco tiempo –días o semanas- después del contacto.
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Los trastornos que pueden provocar son de tipo crónico salvo que se ingieran cantidades insólitamente elevadas. Pueden transcurrir años entre la exposición al contaminante y la aparición de los efectos.
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Son relativamente fáciles de detectar en los alimentos, ya sea porque provocan cambios en estos o, analíticamente pueden ponerse en evidencia mediante técnicas relativamente sencillas.
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Su presencia puede pasar fácilmente desapercibida en los alimentos. Su detección analítica requiere técnicas sofisticadas e instrumentales que no siempre están al alcance de todos los laboratorios.
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Su presencia en alimentos puede evitarse aplicando medidas higiénicas conocidas y relativamente sencillas. Una vez en los alimentos, existen tratamientos que permiten su destrucción o inactivación
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Una vez en los alimentos, estos contaminantes normalmente no se pueden eliminar mediante los tratamientos tecnológicos y/o culinarios habituales.
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Cabe destacar que mucha de la información generada referente a la contaminación de alimentos es dada por la parte biótica, pero la intención de este trabajo es enfatizar la parte abiótica que a últimas fechas ha tomado importancia, sobre todo, en la parte de los contaminantes inorgánicos, orgánicos y radiactivos derivados de las actividades cotidianas del hombre (Cuadro 3).
Dependiendo de su naturaleza química, los contaminantes abióticos de los alimentos pueden subdividirse en dos categorías: A) de origen industrial y ambiental y B) los derivados de tratamientos agronómicos, tecnológicos o culinarios de los alimentos, que pueden o no llegar a ser contaminantes del ambiente
Cuadro 3. Contaminantes abióticos en los alimentos
Origen
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Elemento
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Mineral
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Compuestos orgánicos
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Hidrocarburos aromáticos poli cíclicos (HAPs), bifenilos policromados (PCB), Dioxinas y benzofuranos, plaguicidas organohalogenados
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Radioactivos
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Yodo131, Cesio137 y Estroncio90
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CARACTERÍSTICAS DE LOS CONTAMINANTES ABIÓTICOS
Los contaminantes ambientales de origen industrial comparten ciertas características que determinan su peligrosidad, tanto para el medio ambiente como para la salud humana:
- Se trata de sustancias muy persistentes en el ambiente, es decir, con tiempos de vida media (química o biológica) muy elevadas, lo cual se traduce en una gran dificultad para su degradación, ya que pueden tardar decenas o centenares de años en desaparecer.
- Son muy difíciles de metabolizar y eliminar por parte de los seres vivos; normalmente se acumulan en órganos o tejidos diversos en función de su afinidad con ellos. Esta gran resistencia a la metabolización explica la bioacumulación que sufren a lo largo de la cadena trófica.
- Su toxicidad por unidad de peso aumenta al ascender en la escala filogenética. Es decir, la sensibilidad frente a estos tóxicos es, en muchos casos, mayor en el ser humano que en especies animales filogenéticamente inferiores.
- Pueden sufrir procesos de biotransformación en el medio ambiente y transformarse en compuestos más tóxicos que los originales.
En el siguiente cuadro se describen algunos contaminantes antes mencionados y los productos alimenticios en que se asocian:
Cuadro 4. contaminantes y productos alimenticios asociados
Contaminante
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Alimento
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Aldrín, dieldrin, Complejo DDT, endosulfan, endosulfan sulfato, endrín, hexaclorociclohexano, hexaclorobenceno, heptachlor, heptachlor epoxido policlorobifenilos
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Leche entera, leche humana, mantequilla, grasas y aceites animales, cereales
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Plomo
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Leche, carne fresca enlatada, riñones, cereales, frutas en conserva, condimentos, zumo de frutas, alimentos de bebés, refrescos, vino, agua envasada
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Cadmio
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Riñones, moluscos, crustáceos, cereales
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Mercurio
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Pescado, productos del mar
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Aflatoxinas
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Leche, productos lácteos, huevos, maíz, cereales, cacahuetes, almendras, nueces, especias y condimentos, higos secos, en el total de la dieta
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Radionucleidos (Cs-137, Sr-90, I-131, Pu-239)
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Cereales, vegetales, leche, agua potable
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Antimicrobianos (antibióticos, sulfonamidas)
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Leche ultra pasteurizada, carne
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PCB
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Pescados, leche y sus derivados, huevo
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Nitratos/nitritos
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Vegetales, agua potable
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LA PROTECCIÓN DE LOS CONSUMIDORES
A los consumidores les preocupa la seguridad o inocuidad de los alimentos que ingieren, independientemente del origen de los organismos o las sustancias que determinen su posible toxicidad, que normalmente se atribuye a la actividad humana (sobre todo a la industrial) y no a una toxicidad natural.
Efectivamente, desde un punto de vista científico, ninguna actividad humana es absolutamente segura, es decir, ninguna tiene un riesgo cero. Por este motivo, los científicos deben realizar un esfuerzo constante por transmitir a la sociedad la importancia de los datos de que se dispone. Un primer tipo de datos, relativos pero significativos, son los que se podrían calificar de históricos. La idea de que la contaminación del medio y de los alimentos es un fenómeno relativamente reciente en la historia de la humanidad no es cierta. Basta con pensar en el estado de las aguas que se consumían para beber o preparar alimentos hasta que se aplicaron los primeros procedimientos de potabilización, o en las aguas de regadío, que incluso hoy están contaminadas en muchos casos. El alimento totalmente carente de contaminación no ha existido nunca. Es más, si se tienen en cuenta todas las formas de contaminación posibles, la dieta actual es la menos contaminada de la historia, entre otras razones porque la posibilidad de aplicar un control analítico riguroso era prácticamente inexistente hasta bien entrado el siglo XIX. Que la dieta en conjunto sea la menos contaminada de la historia no quiere decir que las formas de producción actual, tanto industrial como agrícola, no puedan provocar contaminaciones ambientales mucho más masivas y espectaculares que en el pasado y que, en algunos casos concretos, no sea verdad que un determinado alimento de hoy esté más contaminado que el de ayer
La producción de los alimentos en distintas épocas del año y diferentes lugares de donde se consumen hace necesario su almacenamiento y, con gran frecuencia, su transporte.
El almacenamiento de los alimentos puede alterar las calidades sensoriales y en ocasiones, producir su descomposición. Se conoce tres posibles causas de alteraciones:
El almacenamiento de los alimentos puede alterar las calidades sensoriales y en ocasiones, producir su descomposición. Se conoce tres posibles causas de alteraciones:
- Físicas, que incluyen temperaturas inapropiadas, pérdidas o ganancias de humedad, radiaciones.
- Químicas, como reacciones con el oxígeno.
- Biológicas, cuales son proliferación y metabolismo de microorganismos, infestación por insectos, parásitos y roedores y actividad de sistemas enzimáticos.
La exposición que sigue se limita a las causas más frecuentes e importantes que originan alteraciones de los alimentos
- Deshidratación
La deshidratación o desecación consiste en la reducción del agua libre de un producto o alimento. Para ello se pueden seguir dos métodos: a) calentamiento del alimento con flujo aire, b) adición de solutos que absorben agua, como es el caso de salazones y de azucarados.
La actividad acuosa (aw) de un alimento o de una solución, se conoce como la relación existente entre la presión de vapor de agua del alimento y la del agua pura a la misma temperatura. La deshidratación disminuye el aw, y a menor agua en el alimento, menor aw. A medida que la solución se concentra, la presión de vapor disminuye y la aw desciende hasta un valor máximo de 1 para el agua pura.
La calidad de un alimento desecado es directamente proporcional al parecido en sabor, olor y consistencia al alimento fresco de origen, una vez hidratado. Para conseguir una buena calidad del alimento conviene tener en cuenta una serie de aspectos relacionados con el proceso de desecación, así como la composición química y las condiciones de almacenamiento.
Algunos alimentos son más susceptibles a la desecación por su estabilidad, una vez deshidratados. Es el caso de algunas verduras, frutas, o ciertas clases de pan, que tienen gran estabilidad en seco. Uno de los productos que tiene problemas de alteración durante su almacenado es el huevo.
La deshidratación o desecación consiste en la reducción del agua libre de un producto o alimento. Para ello se pueden seguir dos métodos: a) calentamiento del alimento con flujo aire, b) adición de solutos que absorben agua, como es el caso de salazones y de azucarados.
La actividad acuosa (aw) de un alimento o de una solución, se conoce como la relación existente entre la presión de vapor de agua del alimento y la del agua pura a la misma temperatura. La deshidratación disminuye el aw, y a menor agua en el alimento, menor aw. A medida que la solución se concentra, la presión de vapor disminuye y la aw desciende hasta un valor máximo de 1 para el agua pura.
La calidad de un alimento desecado es directamente proporcional al parecido en sabor, olor y consistencia al alimento fresco de origen, una vez hidratado. Para conseguir una buena calidad del alimento conviene tener en cuenta una serie de aspectos relacionados con el proceso de desecación, así como la composición química y las condiciones de almacenamiento.
Algunos alimentos son más susceptibles a la desecación por su estabilidad, una vez deshidratados. Es el caso de algunas verduras, frutas, o ciertas clases de pan, que tienen gran estabilidad en seco. Uno de los productos que tiene problemas de alteración durante su almacenado es el huevo.
- Oxidación de las grasas
Con excepción del agua, la mayoría de los alimentos están constituidos por cierta cantidad de lípidos y la degradación oxidativa de los ácidos grasos poliinsaturados es un importante factor que limita la vida de algunos productos, produciento además síntomas desagradables, como mal olor y sabor a rancio
El enrancia miento se debe a la reacción del oxígeno atmosférico con determinados compuestos de los alimentos, formándose no solamente algunos no deseables, sino también, en ocasiones, tóxicos.
- Factores microbianos
Los microorganismos están presentes en el ambiente vital del hombre y en todos los seres vivos, plantas o animales. La contaminación de los alimentos se produce desde cualquiera de estas fuentes. Con el procesado y la distribución, se abren nuevas posibilidades de contaminación.
No todos los microorganismos que contaminan los alimentos crudos tienen la misma importancia sanitaria. Unos se conocen como microorganismos alterantes porque son los responsables del deterioro y cambios en los caracteres sensoriales de los alimentos, y el resto corresponde a microorganismos patógenos o causantes de infecciones e intoxicaciones alimentarias.
Principales microorganismos que alteran los alimentos
Son los siguientes:
- Bacterias (en general),
- Bacterias Gram-negativas: Pseudomonas spp, Enterobacteriaceas
- Bacterias Gram-positivas : Lactobacillae, Micrococaceae
- Bacterias esporuladas: Bacillus spp, Clostridium spp
- Bacterias halófilas
- Levaduras (en general)
- Mohos (en general)
- Mohos xerófilos
Son los siguientes:
- Bacterias (en general),
- Bacterias Gram-negativas: Pseudomonas spp, Enterobacteriaceas
- Bacterias Gram-positivas : Lactobacillae, Micrococaceae
- Bacterias esporuladas: Bacillus spp, Clostridium spp
- Bacterias halófilas
- Levaduras (en general)
- Mohos (en general)
- Mohos xerófilos
Evitar la contaminación de alimentos crudos resulta difícil, por lo que las medidas prácticas deben dirigirse a inhibir o reducir el desarrollo de los microorganismos contaminantes, asegurando así la calidad microbiológica de los productos alimenticios. Al plantear la inhibición del crecimiento microbiano debe considerarse que no toda contaminación tiene el mismo significado. Las características de cada alimento influyen en la multiplicación microbiológica, mientras que unos alimentos se alteran con facilidad, otros, con idénticas condiciones, permanecen estables.
Factores que posibilitan o dificultan el crecimiento microbiano en los alimentos
Factores que posibilitan o dificultan el crecimiento microbiano en los alimentos
Pueden agruparse en:
- Factores intrínsecos: se refieren a las propiedades físicas y a la composición química del propio alimento: actividad de agua, pH, nutrientes, potencial de oxidación y estructura del producto alimentario.
- Factores extrínsecos: características del ambiente donde se almacena el alimento: temperatura, humedad y tensión de oxígeno
- Tratamientos tecnológicos a los que haya sido sometido el alimento, físicos o químicos, modifican la microbiota inicial y repercuten también en la composición del producto final.
- Factores implícitos: relaciones que se establecen entre los microorganismos presentes en los alimentos. De estos factores, la actividad de agua, el pH del alimento y la temperatura ambiental tienen especial relevancia.
Microorganismos productores de alteraciones en alimentos enlatados
Generalmente, los microorganismos se presentan en particulares tipos de alimentos. Sobreviven al tratamiento del enlatado o contaminan el alimento a través de fugas del envase.
Cuando la contaminación es anterior al tratamiento, es posible predecir el microorganismo responsable si se conocen bien la naturaleza del alimento y las condiciones a las que se ha sometido dicho alimento. Sin embargo, los microorganismos que se introducen por fugas pueden ser muy variados al igual que la composición de los medios de enfriamiento.
Alimentos según acidez (pH) y grupos de microorganismos orígenes de alteraciones
Grupo de alimentos poco ácidos y semiácidos: Productos cárnicos y marinos, leche, hortalizas, mezclas de carne y vegetales, sopas, salsas
Microorganismos: aerobios esporulados, anaerobios esporulados, levaduras, mohos y bacterias no esporuladas
Grupo de alimentos ácidos: tomates, peras, higos, piña, otras frutas
Microorganismos: bacterias esporuladas y no esporuladas, levaduras, mohos.
CONCLUSIÓN
En conclusión, tenemos que:
En la bromatología existen diversos factores que influyen en la contaminación del agua, alimentos y bebidas.
Existen diversos tipos de agua, por mencionar algunos la lluvia, la potable, de pozo, purificada y de manantial, para la cual se requieren métodos exigentes para eliminar cualquier tipo de microorganismo.
En las bebidas el proceso es distinto puesto que se agregan compuestos químicos, y los ingredientes no son 100% naturales algunas veces.
Algunos tipos de bebidas son: las carbonatadas como el refresco y el agua mineral, así también los lácteos en los que se encuentra el yogurt los cuales se pueden encontrar en dos estados: líquidos y semilíquidos, y la leche que puede encontrarse en polvos o aditivos.
Para que al momento de la realización de estos productos no se contaminen es necesario seguir diversos parámetros al igual que en los alimentos, en los que debe verificarse la procedencia de los productos con los que se realizarán las bebidas, así como el correcto envasado y sellado, también la higiene del personal que lo elabora, la limpieza de los materiales al igual que el correcto transporte.
Por otra parte los alimentos pueden clasificarse en frescos: Mariscos, carnes, vegetales y frutas, y por otro lado están los alimentos derivados de los lácteos así como los enlatados.
En estos se debe tener un máximo cuidado al momento de su preparación puesto que es muy probable que se puedan contaminar de microorganismos patógenos sino se cumplen ciertos parámetros mencionados en la norma 109, algunos son la correcta conservación de los alimentos pues esto puede prevenir que pasen a un estado de descomposición, también al momento de preparar los alimentos puede llegar a suscitarse una contaminación cruzada puesto que si algún producto está contaminado y los demás no es muy probable que se contamine todo el alimento, para ellos es necesaria la higiene de los materiales así como de las personas que lo realizan, además influye la temperatura en el medio en el cual se preparan.
En estos tres tipos de alimentos se puede ver que tienen en común algunos parámetros y recomendaciones que se deben seguir para que ni el agua, las bebidas y los alimentos lleguen a contaminarse por microorganismos patógenos y por ende puedan causar enfermedades a las personas que los consuman.
Para ello no solo es necesario comprender esto sino también llevarlo a la práctica, ser más higiénicos en la realización de los alimentos y verificar aquellos establecimientos o productos que puedan tener una fuente de contaminación y que puedan causar enfermedades en el organismo.
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